Los niños alrededor del mundo son susceptibles al secuestro pues, en muchos casos, la inocencia de los mismos juega en su contra pues, si son secuestrados muy pequeños probablemente lleguen a olvidar su vida pasada con sus verdaderos padres y familiares, pero a decir verdad la mayoría de los secuestros infantiles vienen dados por los mismos padres o familiares cercanos.
El secuestro parental viene dado porque una de las dos partes se lleva al niño o niña sin elconsentimiento del otro progenitor y, lastimosamente, en muchos de los casos los niños son llevados al exterior y allí es cuando se complica un poco más la situación pues estamos hablando de trámites internacionales que deben hacerse para poder denunciar al otro padre, también en muchos de los casos el padre afectado no sabe el destino del otro padre que se llevó a los menores de edad.
Pero más allá de la angustia y dolor que pueda sentir un padre por la pérdida de sus hijos, las secuelas negativas realmente afectan es a los niños pues, entre su inocencia e incapacidad para comprender todo lo que sucede a su alrededor (dependiendo de la edad del niño, claro está) estos pueden sentir que deben elegir estar con alguno de los dos padres o sienten que todos los problemas son por su culpa.
En el caso de que el secuestro sea prolongado, las consecuencias son mucho más graves pues, como lo mencionamos al inicio, los niños pueden llegar a olvidar al progenitor del que fueron alejados, llegan a vivir constantemente con miedo e inseguridades, no se desarrollan socialmente, se aíslan, se les dificulta crear vínculos con familiares y amigos, además de poder ser víctimas de abusos físicos y psicológicos por parte de padre secuestrador.
Cómo prevenir el secuestro parental:
A ciencia cierta es complicado poder definir cuáles son los patrones de conducta de una persona que pretende secuestrar a su propio hijo, en muchas ocasiones las personas no manifiestan nada, simplemente un día desaparecen con el menor sin dejar rastro pero en otros casos comienzan a manifestar ciertas actitudes que podrían ser indicadores de que algo va mal y podría terminar en un secuestro infantil, por ejemplo:
- Comportamiento violento y hostil de un progenitor hacia el otro, es una de las principales características de los secuestradores pues comienzan a manifestar su rabia hacia la otra persona, lo que puede llevar a maltratos físicos y psicológicos.
- Sensación de injusticia sobre las decisiones relacionadas con el menor de edad, si un padre siente que no tiene poder de decisión o control sobre su hijo porque el otro padre no lo permite, también se podría considerar como conducta propia de una persona abusiva.
- Deseo por parte de uno de los progenitores regresar a su país de origen o migrar a otro país por motivos personales en los cuales manifiesta que se irá y se llevará al hijo sin importar lo que el otro padre quiera.
- Preocupación por parte de uno de los padres sobre la seguridad y bienestar de su propio hijo cuando este se encuentra al cuidado del otro padre, ya sea porque este no sea lo suficientemente responsable o por temor a que este pueda pueda hacerle daño al menor.